26 de marzo de 1997. Alertada por un llamado anónimo, la policía de San Diego, California, ingresa al rancho Santa Fe, haciendo un hallazgo espeluznante: 39 personas, 21 mujeres y 18 hombres, yacen muertos en los dormitorios y salas de la amplia casona, ocupada por entonces por una agrupación conocida como Heavens Gate, la Puerta del Cielo.
No hay señales de violencia; todos los cuerpos yacen en posición horizontal, de espalda. Asimismo todos visten lo que parece un uniforme mortuorio: camisas y pantalones negros y zapatillas Nike. Sobre las vestimentas una cobertura (suerte de sudario) de color púrpura con una etiqueta impresa y la leyenda: “Heavens Gate, Away Team” (Equipo de salida, Puerta del Cielo). En una oficina los policías encuentran un computador encendido y una página web que anuncia: “Alerta roja: Hale-Bopp cierra la Puerta del Cielo”. Junto a esta perturbadora puesta en escena los policías encuentran además cintas de vídeo y al revisarlas observan incrédulos mensajes de despedida de quienes, en sus últimas horas en este mundo, deciden dejar un testimonio para explicar lo que dicen es un paso trascendental en sus vidas. En los rostros de quienes se van a inmolar no hay atisbos de temor o angustia, más bien serenidad, convicción, incluso alegría. En Estados Unidos y el mundo la noticia despierta horror e incredulidad. ¿Cómo es posible? ¿Quiénes eran estas personas y por qué hicieron una cosa así?