La Iglesia en Internet

El año 2020 y la crisis desatada por la pandemia del COVID 19 nos enseñó que la presencia en internet dejó de ser una cuestión opcional o de gustos para convertirse en una asunto de prioridad absoluta tanto para las personas como para las instituciones.

Las iglesias no fueron la excepción y así lo demuestran los hechos del último año, algo de lo cual pudimos captar a través de las entrevistas que publicamos el año pasado.

Las iglesias han elegido distintos caminos para proyectarse en este complejo ambiente digital al que se vieron empujadas al igual que el resto del mundo. Sin duda que las redes sociales aparecen como la primera opción y la más recurrente; así, es común que encontremos muchas iglesias en Facebook, Instagram, Youtube, Telegram y Whatsapp, por mencionar las más empleadas. En comparación son muchas menos las congregaciones que tienen un sitio web, ni hablar de las disponen de sitios con varias páginas y secciones en su interior.

Es una situación lamentable porque como lo diría cualquier experto tener una página web es lejos preferible a apostar por las redes sociales exclusivamente. Quizás la manera más fácil de entenderlo es con la manida comparación entre arrendar y comprar. ¿Qué es mejor, arrendar o comprar una casa? La respuesta es obvia: comprar. Ser dueño de una casa propia tiene ventajas incomparables con respecto a ser arrendatario, entre otras cosas porque el arrendatario siempre va a depender de las decisiones de quien le arrienda la propiedad, mientras que el dueño puede disponer de su casa como desee.

Traducido al mundo de internet lo anterior significa que cuando usamos las redes sociales dependemos al cien por ciento de lo que quiera hacer esa red social con lo que allí publicamos. Nuestro contenido allí en realidad no es “nuestro” sino de la red propietaria de ese espacio. Ejemplos hay por montones. Twitter decide cuál va a ser la extensión de los mensajes y así como los amplía a 240 caracteres mañana podría definir una nueva ampliación o volver a recortarlos. Facebook es otro caso emblemático: las variaciones de su algoritmo en los últimos años tienen de cabeza a quienes montaron ahí su negocio y ven que su alcance de hace una década ha disminuido considerablemente. Youtube decide que los videos para niños van a estar sometidos a nuevas restricciones y de pronto tu canal infantil sufre alteraciones o definitivamente desaparece por “políticas de la empresa”.

En suma, que vivir de las redes sociales es como estar de allegado, vivir de “arrendatario”. ¿Cuál es la solución al problema? Cambiar a propietario, obvio. En internet esto significa tener un sitio web propio, donde uno pueda literalmente hacer y deshacer sin verle la cara a Facebook, Youtube y compañía. Por cierto que podemos seguir haciendo uso de las redes sociales de siempre y más aún si esas redes atraen tráfico – visitantes – a nuestro sitio, con la diferencia de que ahora los invitados van a llegar a una “casa virtual” donde todo está hecho a nuestro medida, desde los colores y la tipografía de las letras hasta los menús y disposición de las páginas, pasando por lo más importante: el contenido, hecho a nuestra entera voluntad.

Las posibilidades y libertad que nos ofrece un sitio web propio son incomparables con respecto a las limitaciones que nos imponen las redes sociales. De entre ese abanico a elegir una de las opciones más ignoradas o desconocidas para muchas iglesias es la de construir una red social propia, algo así como un Facebook de propiedad exclusiva de la iglesia local. En WordPress esto se puede hacer de una manera relativamente sencilla y a continuación veremos como s vería.

Así como en Facebook podemos buscar personas, contactar con amigos e intercambiar información, en una red social local montada mediante una página web diseñada para tal propósito se puede hacer lo mismo. Así podemos crear grupos para que los integrantes de la congregación local puedan organizarse mejor.

Según los diferentes intereses de las personas que participan en la iglesia local las distintas organizaciones o secciones de la iglesia pueden trasplantarse a nuestra red como “grupos”; por ejemplo un grupo o sociedad femenina.

De igual manera los maestros o profesores de la escuela dominical o a cargo de las actividades formativas podrían tener su propio espacio donde intercambiar experiencias y mantenerse al tanto de los cursos y planes de enseñanza.

Si consideramos las distintas áreas en que se organiza la iglesia local podríamos construir grupos para cada una de ellas:

  • Grupo infantil
  • Grupo de adolescentes
  • Grupo de profesores
  • Grupo de varones
  • Grupo de matrimonios
  • Grupo misionero

La lista puede ser muy larga dependiendo de la estructura de la congregación local y lo importante es que todas las áreas o ministerios pueden tener su espacio por separado, pero a la vez todos esos grupos interactúan con los demás grupos, de la misma manera que todas las personas interactúan entre sí y con todos los integrantes. Precisamente la gracia de este tipo de plataformas montada sobre un sitio web es replicar el modelo “Facebook” pero como una red social de la iglesia local. Se trata de una forma muy efectiva de integrar a la congregación dentro de una interacción social “virtual” pero librándose de las restricciones y controles de las redes sociales de internet que mencionamos antes y donde el control está ahora plenamente en manos de la iglesia local.

¿Cuánto cuesta esto? Los valores anuales varían según el hosting a emplear y dónde se contrate el dominio. En este ejercicio consideremos un hosting como siteground (plan intermedio) y tendríamos algo aproximado a lo siguiente:

  • US$ 14 Dominio
  • US$ 120 Hosting
  • US$ 228 Plantilla wordpress

Total US$ 362 de costo anual aproximado, a lo que hay agregar el trabajo del desarrollador web que construirá la página y que es un único pago.

Para implementar una solución de este tipo necesitas un desarrollador web o una persona que sepa trabajar en WordPress, el CMS o software con el que se construyen estas páginas. Si no conoces a alguien en tu iglesia o en tu entorno que pueda hacerlo pues usa los medios de contacto para que conversemos.

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